CONMEMORACIÓN DEL 25N
Por. Olga Lucia Uribe
El 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, es una fecha de profunda importancia en la lucha por la justicia social, la igualdad de género y el respeto a los derechos humanos. Para SINTRAUNICOL, este día no es solo una conmemoración, sino un recordatorio constante de la necesidad de transformar las estructuras sociales, políticas y económicas que perpetúan la violencia y la discriminación hacia las mujeres.

Este día nos invita a reflexionar sobre las diversas formas de violencia que afectan a las mujeres en todo el mundo: desde la violencia física y psicológica hasta la económica, laboral y sexual. En nuestro contexto particular, como trabajadores y trabajadoras de la educación y el sector público, sabemos que las mujeres enfrentan no solo la violencia estructural, sino también la precarización laboral, las brechas salariales y la falta de acceso a condiciones dignas de trabajo, entre otras problemáticas que afectan su autonomía y bienestar.
SINTRAUNICOL ha sido siempre un espacio de lucha y resistencia frente a las injusticias, pero también un espacio de construcción colectiva, donde las voces de las mujeres se hacen escuchar con fuerza. Sabemos que la igualdad de género no es solo una cuestión de derechos, sino de justicia social, y por eso, en esta conmemoración, renovamos nuestro compromiso con la lucha por un mundo libre de violencia y discriminación.
Recordamos a las hermanas Mirabal, cuyas vidas fueron arrebatadas por un régimen dictatorial, pero cuyos nombres hoy representan el coraje, la valentía y la resistencia de millones de mujeres que, a lo largo y ancho del planeta, siguen enfrentando múltiples formas de opresión. La memoria histórica de las mujeres que han sido víctimas de violencia no solo nos duele, sino que también nos impulsa a seguir adelante en la construcción de un futuro más justo e igualitario.

La violencia de género no es un problema aislado, es un reflejo de las desigualdades estructurales que atraviesan nuestra sociedad. Por ello, en SINTRAUNICOL renovamos nuestro llamado a la unidad y a la organización colectiva, a la defensa de los derechos laborales de las mujeres y a la construcción de espacios seguros en nuestras comunidades, escuelas y lugares de trabajo.
En este 25 de noviembre, instamos a todas y todos a reflexionar sobre nuestro papel como sociedad en la erradicación de la violencia de género. No basta con recordar, es necesario actuar. Desde el sindicato, trabajamos por la creación de condiciones laborales que promuevan la igualdad y el respeto, y luchamos por una educación que forme a las nuevas generaciones en valores de respeto, equidad y solidaridad.
¡Ni una menos! ¡Vivas nos queremos!
LLAMADO A LAS JUVENTUDES
Por. Olga Lucia Uribe
A la comunidad,
En el contexto actual, es fundamental reconocer el papel crucial que desempeña la juventud en el fortalecimiento del sindicalismo y la defensa de los derechos laborales. La participación activa de los jóvenes en los sindicatos no solo es esencial para revitalizar estas organizaciones, sino también para abordar los desafíos que enfrentan las nuevas generaciones en el mundo del trabajo.
La juventud se enfrenta a un panorama laboral marcado por la precariedad, la falta de derechos y la inestabilidad. En este sentido, el sindicalismo emerge como una herramienta poderosa para reivindicar condiciones laborales justas, salarios dignos y oportunidades de desarrollo profesional. Es responsabilidad de las generaciones actuales apoyar a los jóvenes en su organización y empoderamiento.
Es imperativo que los sindicatos fomenten la inclusión de jóvenes en sus filas, promoviendo espacios donde puedan expresar sus inquietudes y aportar sus perspectivas. La diversidad de ideas y experiencias enriquece el movimiento sindical y lo hace más representativo de la realidad laboral.
Hacemos un llamado a todos los jóvenes a involucrarse activamente en sus sindicatos, a ser parte del cambio que desean ver en sus lugares de trabajo y a luchar por un futuro más equitativo. El sindicalismo no es solo una lucha del pasado; es una construcción del presente y del futuro, donde cada voz cuenta.
Juntos, podemos construir un sindicalismo más fuerte y comprometido, que no solo defienda los derechos de los trabajadores, sino que también inspire a las nuevas generaciones a seguir luchando por un mundo laboral justo y solidario.